A estas alturas todos somos conscientes del envejecimiento de la población que vivimos en la actualidad. La esperanza de vida aumenta paulatinamente y los ancianos cada vez
viven más.

Es fundamental que durante esta última etapa de la vida nuestros mayores reciban el mejor cuidado y la mayor atención posible para vivirla en plenitud y con la máxima felicidad. Sin embargo, es cada vez más difícil, debido a nuestra rutina diaria y a nuestras obligaciones -tanto profesionales como sociales- el poder dedicar todo el tiempo necesario a cuidar de nuestros mayores.

Los beneficios de la ayuda a domicilio apuntan precisamente en esa dirección: en una sociedad cada vez más notoriamente envejecida, los problemas propios de la senectud y enfermedades a las que las personas mayores son más vulnerables que los restantes espectros de edad, tienden a provocar una pérdida de autonomía personal de muchos ancianos en su vida y tareas cotidianas.

Cuando hablamos de ayuda a domicilio no nos referimos únicamente a los servicios de asistencia. Además, también cobra una importancia fundamental el correcto cuidado de las personas mayores, un sector de la población muy agradecido ante gestos tan sencillos por parte del cuidador como son familiaridad, respeto, cariño o cercanía. Podemos enumerar algunos beneficios de los cuidados y ayuda a domicilio:

Permanencia en el domicilio

Las personas mayores, especialmente aquellas que empiezan con algún tipo de deterioro cognitivo, tienen numerosas dificultades a la hora de desplazarse. La ayuda a domicilio
adquiere mucha importancia, ya que supone que nuestros mayores se mantengan dentro de su entorno habitual y todo le sea más familiar que si tuviera que desplazarse hasta
algún centro de día o residencia. Sin embargo, cuando se producen problemas de deterioro de la cognición en el adulto mayor, así como otros problemas de pérdida de autonomía personal, es de suma importancia crear un entorno adaptado a las necesidades del anciano, lo que requiere de la participación de un profesional cualificado y especializado. He aquí otro de los transparentes beneficios de la ayuda a domicilio.

Cuidado personalizado

Nunca va a ser igual un cuidador que tenga que ayudar a varias personas mayores que uno que se dedique exclusivamente a cuidar de una sola persona (como puede suceder en una residencia geriátrica). En los problemas cotidianos de personas dependientes es de gran importancia una atención continua y centrada en la persona, pues esta necesita tanto
de un entorno adaptado como de ayuda en muchas acciones diarias básicas, como vestirse,  caminar por la casa, etc. Por lo tanto, aquí el asistente personalizado es esencial, y este
es otro de los beneficios del servicio a domicilio.

Establecimiento de rutinas

Las personas mayores necesitan realizar una serie de movimientos rutinarios para simplificar y facilitar su día a día, y qué mejor forma de conseguirlo que con un profesional cualificado en el propio hogar. El que haya un equipo de multiprofesional y un cuidador cualificado, favorece la tranquilidad y la sensación de seguridad del mayor. Además, muchas de estas rutinas han de establecerse siguiendo indicaciones del médico y procurando establecer hábitos saludables para la persona anciana en el sentido físico, psíquico y de relaciones sociales. En este establecimiento de rutinas, el papel del cuidador especializado es vital.

Libertad

Esta etapa de la vida debe suponer un soplo de aire fresco y de libertad para los mayores. Qué mejor sensación de libertad para un mayor que vivir sin estar pendiente de los
horarios de una residencia o invitar a familiares y amigos cuando les apetezca. En su propio hogar, el adulto mayor no habrá de estar pendiente de las imposiciones de régimen
interno de las instituciones como las residencias y asilos. Otro de los más evidentes beneficios de la ayuda a domicilio.