Se confirma que el ejercicio "moderado" en un valioso aliado para nuestros mayores.
Mantenerse activo puede ayudarlo a: Conservar y mejorar su fuerza para que pueda mantenerse independiente. Tener más energía para hacer las cosas que quiere hacer y reducir la fatiga. Además de mejorar su equilibrio y reducir el riesgo de tener caídas y lesiones relacionadas.
Para las personas mayores es algo fundamental practicar ejercicios físicos con regularidad, teniendo en cuenta sus limitaciones por supuesto. Estos movimientos corporales deben ser planeados, estructurados y repetitivos, pero diseñados y monitoreados por un profesional para no causar daño o algún tipo de lesión.
¿Realmente tiene beneficios el hacer ejercicio?
Se ha demostrado con multitud de estudios que en la población que envejece, el ejercicio previene enfermedades, reduce el riesgo de caídas, además de mejorar la salud mental y el bienestar, fortalece los lazos sociales y mejora la función cognitiva. En pocas palabras, respecto al ejercicio en nuestros mayores, todo son ventajas.
Es importante destacar que el entrenamiento con ejercicios aeróbicos (por ejemplo, caminar a paso ligero) tiene un efecto beneficioso en la atenuación de la disfunción del sistema autónomo relacionado con el envejecimiento.
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